Esta granja porcina calefacta sus naves con placas de suelo radiante. El cliente ha construido una sala de calderas y silo cerca de las naves.
Ya que las crías de cerda son muy sensibles a la variación de temperatura, el cliente ha instalado dos calderas en cascada para conseguir, por un lado, una mayor eficiencia y por otro asegurar el suministro de calor.