Las granjas porcinas, por su elevado consumo energético, es un sector donde encajan muy bien las calderas de biomasa, permitiendo una importante reducción de los costes de explotación y, además, generando valor en la zona al usar combustible ecológico y autóctono.
Este es un buen ejemplo de un granja con dos calderas de 200 kW funcionando con astillas de madera procedentes de residuos de la industria maderera local.
Instalación ejecutada por Lobeisa Alonso S.C.
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