Empresas como Hunosa ofrecen oportunidades de instalación y mantenimiento de nuevos sistemas térmicos alimentados por biomasa sin realizar un desembolso inicial.
Las calderas Hargassner y los Contratos de Servicio Energético permiten transitar hacia la biomasa a coste cero. Hace unas semanas La Nueva España publicaba que ahorrar un 30 por ciento en calefacción sin realizar una inversión inicial es posible. Además del ahorro de costes, gracias a la sustitución de combustibles fósiles por biomasa se reducen las emisiones de CO2 en más del 90%, mejorando notablemente la calificación energética de la vivienda y aumentando su valor.
¿Qué es un Contrato de Servicios Energéticos (CSE)?
Pablo Fernández Martínez, jefe del departamento de Energías Renovables de Hunosa, definía en el diario asturiano que desde la empresa de servicios energéticos se llega a un acuerdo con “un particular -por ejemplo, una comunidad de propietarios- por el cual, sin realizar ningún desembolso inicial, se consigue una reforma integral de la sala de calderas -incluida la instalación de una caldera de biomasa-, se lleva a cabo el mantenimiento de las instalaciones para suministrar la energía térmica que requieren la calefacción y el agua caliente sanitaria. Al término del contrato, los equipos pasan a ser de propiedad de los dueños del inmueble”.
Esta fórmula permite que la factura se dividirá en cuatro apartados: el primero es el pago por la energía suministrada (kilovatio hora), el segundo incluye el mantenimiento de la sala de calderas, el tercero contempla la garantía total de los equipos y el cuarto supone el retorno de la inversión, a través de una cuota mensual. Gracias al menor coste de la energía generada por biomasa en comparación con las energías convencionales, se pueden alcanzar importantes ahorros, no sólo en la factura mensual, también a largo plazo. Dado que el contrato incluye todos los mantenimientos y garantías, el cliente se asegura que mientras dure el acuerdo no tendrá que afrontar derramas para renovar y mantener la sala de calderas”, destaca Pablo Fernández.
La Asociación Española de la Biomasa contabiliza en Asturias más de medio centenar de comunidades de propietarios que utilizan la biomasa como combustible para la calefacción y el agua caliente sanitaria. Recientemente, una comunidad de vecinos de La Felguera, compuesta por dos bloques y 52 viviendas, optó por esta fórmula para renovar su sistema térmico e instaló dos calderas de biomasa de 200 kilovatios cada una. Con esta reforma integral de la sala de calderas ha sustituido los viejos equipos menos eficientes y con un coste de mantenimiento muy elevado logrando un importante ahorro en la factura mensual de cada vivienda y la consiguiente reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera.