El 24 de octubre se celebra el Día internacional contra el cambio climático para sensibilizar acerca de sus efectos y el calentamiento global.
El cambio climático es un proceso contrastado empíricamente, pero aún estamos a tiempo de frenarlo y combatir así el calentamiento global. En el último siglo, la temperatura ha aumentado 1ºC debido al incremento de gases de efecto invernadero, y cada 24 de octubre se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático para concienciar sobre la mayor amenaza a la que hayamos tenido que enfrentarnos.
Nos encontramos ante un problema global. Debemos minimizar la dependencia de los combustibles fósiles, así como las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar drásticas consecuencias socio-económicas derivadas de deficiencias en la producción alimentaria, sequía, deforestación, problemas para la salud o fenómenos atmosféricos extremos.
Un siglo y medio de industrialización ha traído consigo un cambio en el sistema de producción energética que dejó de lado los combustibles tradicionales, y una sociedad consumista muy dependiente de los combustibles fósiles. Es necesario un nuevo giro para apoyarnos de nuevo en fuentes energéticas limpias, renovables y con menos emisiones por su forma de combustión, en una gestión forestal sostenible y en materiales naturales, reciclados y reciclables como sustitutos de los plásticos.
La biomasa es un combustible prácticamente neutro en lo que se refiere a emisiones de CO2, por lo que se ha constituido como uno de los principales agentes en la lucha contra el cambio climático. Cambiar de sistema energético es el primer paso para mitigar estos efectos, pero no es el único motivo. En España, cada vez son más las instalaciones que recurren a calderas de biomasa de astillas, de pellets o de leña gracias a que las calderas de biomasa Hargassner son líderes en eficiencia y, por lo tanto, en ahorro. Apostando por la bioenergía no sólo gana el planeta, tu bolsillo también lo agradecerá. En nuestra web encontrarás toda la información que necesitas sobre nuestros equipos y calderas.
Cada pequeño gesto que incorporemos a nuestro día a día para proteger el planeta puede tener maravillosas consecuencias.