¿Quién va a conservar los bosques si los pueblos se quedan vacíos de gente? O al revés ¿de qué sirve intentar detener el abandono de las zonas rurales si no se puede sacar rentabilidad a los espacios forestales ni generar empleo?
Estas preguntas resumen la problemática del ecologismo en los últimos años, y la verdad es que, si se quiere conservar el entorno, es necesario que las empresas se adapten a este cambio y que otras nazcan asumiendo esta responsabilidad. Sin embargo, para que esto suceda, es fundamental crear oportunidades y, ya que nos cuesta aprender por nosotros mismos, parece que el cambio climático nos obligará a ello.
Un ejemplo de ello son las camisetas de madera de la marca Ternua, conocido grupo de ropa deportiva con sede en Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa). Esta prenda está fabricada con fibras de Tencel a partir de madera y celulosa de exportaciones certificadas y controladas, material que viene directamente de Austria de la empresa Lenzing Ag.
Se trata de un caso de éxito de la gestión forestal sostenible, así como de la utilización del cambio climático como motor de creación de economías alternativas respetuosas con el medio ambiente. Según Gonzalo Sáenz de Miera, vicepresidente del Grupo Español de Crecimiento Verde – una asociación de empresas españolas a favor de abordar de la descarbonización de la economía- «la acción climática es ahora una nueva oportunidad para conseguir financiación». Y es que en España ya hay empresas que están sensibilizadas con la importancia del medio ambiente.
La concienciación de la sociedad es una pieza clave en esta gran transición, ya que ha aumentado la demanda de productos respetuosos con el entorno, como puedan ser estas camisetas de madera. No obstante, la concienciación puede convertirse en un arma de doble filo, sobre todo en lo relativo a la gestión sostenible de los bosques, ya que existen muchos prejuicios sobre la tala de árboles. Para que esta conciliación entre la deforestación y reforestación cuaje es imprescindible dejar de demonizar la deforestación controlada.
En definitiva, la clave del éxito de esta nueva economía sensibilizada con el cambio climático es el equilibrio entre lo que es bueno para nuestro planeta y lo que es bueno para nuestra economía. Mientras se va asentando esta nueva tendencia, está en nuestras manos comenzar a cuidar nuestro planeta. Y una buena forma de hacerlo es escogiendo para nuestro hogar o empresa energías renovables y vinculadas al entorno como la biomasa.