La mayoría de nuestros clientes conocen perfectamente los beneficios y la necesidad de consumir más energía procedente de fuentes renovables. Pese al desconocimiento que ha existido en los últimos años, la biomasa se postula en la actualidad como una gran opción para calentar los hogares. La mitad de nuestra superficie es bosque y somos el tercer país europeo con más recursos absolutos de biomasa forestal.
Cada vez más usuarios apuestan por ella y lo demuestra el uso al alza de esta materia orgánica de origen vegetal como combustible. Teresa Fort, propietaria de la casa de turismo rural Can Maholà, y su familia fueron de los primeros en darse cuenta de su gran potencial, lo que los llevó a decantarse por la instalación de una caldera de biomasa Hargassner en su masía.
Después de siete años, toca hacer balance y las sensaciones son muy positivas. “Estamos supercontentos. En todo este tiempo – señala Teresa – no se ha estropeado ni una sola vez la caldera, rindiendo al máximo incluso con astilla mojada”. Un pequeño incidente provocó que el silo de obra donde se almacena el combustible quedará inundado, humedeciéndose la astilla.
Biomasa y ahorro económico
Anécdotas aparte, los números no mienten. Si con la vieja caldera de gasoil el gasto se disparaba y se acercaba a los 4 mil euros de media al año, con la nueva caldera de biomasa el gasto ronda los 2 mil. “Ahora consumimos más combustible, pero nos sale mucho más barato”, remarca Teresa. No solo gastan menos manteniendo la calefacción las mismas horas al día, sino que han ganado en confort.
Reducir los costes de calefacción no fue el único motivo para cambiar la caldera. “No miramos solo el dinero – dice la propietaria de Can Maholà – también se trata de una filosofía de vida”. “Cuidar el medioambiente, un aspecto que a veces nos parece ajeno, es vital si lo que se pretende es contribuir a que el mundo en el que vivimos sea más sostenible, no solo ahora, también en el futuro”.
La familia de Teresa siempre ha tenido propiedades forestales a su cargo y desde siempre se han preguntado qué podían hacer para garantizar su cuidado y evitar la amenaza de los incendios en verano. Fue en una visita que organizaba el Consorci Forestal de Catalunya por el sur de Francia cuando se dieron cuenta de lo beneficioso que resultaba aprovechar esa biomasa de los bosques.
Calderas de biomasa Hargassner
Casualidades de la vida, un pariente de Teresa trabajaba en aquella época en nuestras instalaciones y fue ese familiar quien les introdujo en el mundo de la biomasa, informándoles de sus ventajas y, también, de sus limitaciones.
La caldera de astilla Hargassner WTH80 con una potencia entre 22-80KW fue la que finalmente se instaló en la masía y, en la actualidad, suministra calor a la casa familiar y a los otros tres alojamientos que tienen de turismo rural.
Un punto a favor de la caldera es su escaso mantenimiento que, aunque sea mínimo, es necesario para que funcione de manera limpia y eficiente.
Datos sobre la masía
Es una masía en Beuda, a 3 kilómetros del pueblo medieval de Besalú, en el marco incomparable de la Garrotxa, que cuenta con 800 años de historia. Sus propietarios, a los que hoy hemos conocido un poco mejor, tienen una intensa relación con la naturaleza y su deseo es conservar y proteger el medio en el que viven.