Siguiendo el hilo de nuestras últimas publicaciones del blog relacionadas con la cascada y la modulación de instalaciones Hargassner, nos centramos ahora en un aspecto muy relevante para asegurar un correcto funcionamiento de una cascada: el control.
El concepto de funcionamiento de una cascada es que sólo se utilicen las calderas que realmente hacen falta para cubrir la demanda térmica del momento. Los retos son importantes: por un lado no interesa que una caldera en la cascada arranque demasiado pronto para volver a pararse después de un rato, pero por otro no se puede permitir una falta de suministro térmico.
Sistema de control Hargassner
Hargassner ha desarrollado un sistema de control de cascada muy sofisticado que permite adaptar la cascada a los requisitos del usuario. Hay situaciones en las que no se puede permitir ni un minuto que falte energía, hablamos del agua caliente sanitaria para hoteles, ciertos procesos industriales, etc; y sin embargo hay otros en los que una pequeña falta de suministro térmico puede pasar totalmente desapercibida, como por ejemplo en granjas, colegios, piscinas, etc. Esto permite un funcionamiento más pausado de las calderas.
Por ello, Hargassner ofrece programar el control de la caldera de manera individualizada. El concepto siempre es el mismo: cuando hay una demanda térmica, arranca una primera caldera. Si ésta no logra cubrir la demanda en un plazo definido, arranca la siguiente caldera. Y así consecutivamente. Y al revés igual: si hay dos o más calderas en funcionamiento, y una de ellas está a mínima potencia durante un tiempo predefinido, ésta se parará. Es posible programar las potencias mínimas y máximas, intervalos y también se pueden hacer programaciones especiales, por ejemplo: que arranque dos o más calderas a la vez si la temperatura externa es inferior a un valor determinado.
De esta manera se consigue un funcionamiento muy eficiente del sistema y de la instalación de biomasa.
Una instalación adaptada a cualquier situación
Como novedad en este control de cascada Hargassner está la posibilidad de integrar una caldera externa (bien sea de gasoil o de gas), para que cubra como última opción los picos de demanda térmica. Un típico ejemplo es una instalación de una caldera Hargassner con una caldera externa que sólo entra en funcionamiento para proporcionar un extra de calor durante los días más fríos del año.
El control de cascada Hargassner puede controlar hasta seis calderas propias y una externa. Siempre habrá una caldera líder y el resto son calderas esclavas. Y en todo momento estará garantizado el sistema térmico, ya que aunque la caldera principal falle o se tuviera que parar para un mantenimiento, podrá seguir controlando el resto de calderas.