Más allá de cumplir o no las exigencias de este pacto mundial en la lucha contra el cambio climático, España debe apostar por un modelo basado en energías renovables.
¿Qué es el Acuerdo de París?
Es un compromiso de 195 países para combatir el cambio climático. El Acuerdo de París, que sigue una línea continuista del Protocolo de Kioto, está dentro de las acciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) para frenar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Recordemos que estos gases no son perjudiciales. Sin ellos la temperatura del planeta sería muy fría e imposibilitaría la vida normal que hoy en día tenemos. El problema no está en los propios gases, sino en la masiva cantidad de ellos que los países desarrollados emiten, provocando un calentamiento de la temperatura del planeta mucho más rápida de lo establecido en un orden natural.
Los países firmantes del Acuerdo de París se han comprometido a reducir las emisiones de estos gases, con el fin de que el planeta no sufra unas consecuencias severas.
Señalar también, que en conjunto tanto la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) como el Acuerdo de París recibieron el pasado año el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2016 como reconocimiento a la labor contra el cambio climático.
¿Qué objetivos pretende alcanzar este Acuerdo?
La principal meta es disminuir, en la medida de lo posible, las consecuencias del calentamiento global. En concreto, se va a intentar que la temperatura del planeta no supere los dos grados. Si se supera ese límite de 2°C las consecuencias pueden ser muy graves para el medioambiente.
Todos los medios para alcanzar este objetivo irán en una misma dirección: la reducción de los principales gases de efecto invernadero que provocan el aumento de la temperatura global.
¿Qué países forman parte de esta alianza contra el cambio climático?
En total 195. Entre ellos los más contaminantes: China y los Estados Unidos de Norteamérica.
Es significativo que las dos naciones que más gases de efecto invernadero emiten se embarquen dentro de este acuerdo. Pero como en todos los tratados, acuerdos o pactos de carácter internacional, hay que leer la letra pequeña.
En este caso el matiz está en que si un país no cumple las condiciones de reducción de contaminación, no tendrá sanción alguna por parte de la CMNUCC.
¿Cómo afecta el Acuerdo de París a España?
Según la publicación Instrumento de ratificación del Acuerdo de París, hecho en París el 12 de diciembre de 2015 en el Boletín Oficial del Estado, “el presente Acuerdo entró en vigor de forma general el 4 de noviembre de 2016 y entrará en vigor para España el 11 de febrero de 2017.”
Al ser un país firmante, España ha de implementar una serie de planes para que se reducir la contaminación. Pero aún se desconocen esas acciones que harán cumplir o no con los objetivos del Acuerdo de París.
Ante este nuevo marco mundial de colaboración para luchar contra el calentamiento global se necesita un gran cambio en la política energética de nuestro país. La apuesta por energías renovables es, sin lugar a dudas, un factor clave para que España pueda cumplir con las exigencias del pacto firmado en París.
Otro elemento que ha de estar presente en cualquier decisión sobre el medioambiente es la apuesta por el coche ecológico. Ya sean impulsados por motores híbridos, 100% eléctricos o de cualquier otra forma limpia y menos contaminante, los automóviles del futuro están llamados a ser respetuosos con el medio ambiente.
Si el vehículo evoluciona hacia una menor contaminación, las fábricas y edificios, tanto públicos como privados, también deberían girar hacia las renovables como fuente de energía. El impulso mediante subvenciones, investigaciones y planes de desarrollo sostenible son básicos para invertir el calentamiento global y mejorar el medioambiente.
España es un país que, gracias a su situación geográfica, puede utilizar grandes cantidades de diferentes tipos de energías limpias.
Su clima cálido y números días de sol al año, ofrecen grandes opciones para impulsar la energía solar. También la eólica y maremotriz, pueden llegar a tener mucho más peso del que tienen ahora.
Por no hablar de la biomasa. Los bosques españoles son una fuente prácticamente inagotable de recursos para generar combustibles como pellets, astilla o leña. Solo hacen falta más políticas de impulso para el saneamiento y cuidado de zonas boscosas y la reforestación.
Protocolo de Kioto, su antecesor
El Acuerdo de París viene a continuar con la línea de actuación del Protocolo de Kioto, aunque con numerosos cambios.
El Protocolo de Kioto es un acuerdo que también se encuadra dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y su principal objetivo también se basa en el de reducir las emisiones de los principales gases de efecto invernadero que provocan el anormal y acelerado calentamiento de la temperatura en el planeta.
Firmado en 1997, este convenio para la lucha contra el calentamiento global no entró en vigor hasta asados 8 años, en febrero de 2015.