A la hora de organizar una pequeña escapada, alejarse de la rutina, relajarnos y desconectar, las casas rurales siempre son una buena opción.
Este tipo negocios turísticos más rurales y tranquilos suelen estar en áreas de montaña y rodeadas de bosques para disfrutar de unos días de descanso rodeados de naturaleza. Esta ubicación provoca que, aunque tengan menos habitaciones y zonas comunes que un hotel tradicional, también suelen ser más frías, lo que para los dueños o gestores se traduce en un gran gasto en producir agua caliente y sobre todo en calefacción.
Además, la constante subida en el precio de la luz, alcanzando máximos históricos, afecta directamente a la factura energética si los radiadores son eléctricos.
Las casas rurales suelen estar abastecidas por calefacciones de gasoil que, al cabo del año, elevan el consumo energético del negocio. Una forma de reducir ese gasto tan alto es la instalación de sistemas que ofrezcan un ahorro diario de energía que al cabo del año, supondrá una gran rebaja en el coste de mantenimiento de la casa rural.
La biomasa para reducir costes energéticos
En Hargassner somos especialistas en instalaciones de biomasa y conocemos sus ventajas y su capacidad para reducir el coste energético de un negocio como una casa rural.
Las calderas de biomasa se pueden alimentar con distintos tipos de combustibles: desde madera prensada como los pellets hasta las astillas pasando por leña o huesos de aceituna. Todos ellos reaprovechados de la naturaleza y 100% renovables.
Sin duda, la apuesta por una instalación de biomasa en este tipo de alojamiento turístico se traduce en un ahorro considerable de combustible y en un abastecimiento energético sostenible.
Decimos que la biomasa es un tipo de energía sostenible porque al utilizarla se está reduciendo las emisiones de gases de invernadero típicas de los combustibles fósiles derivados del petróleo. Así mismo, se obtiene un ahorro y una estabilidad en cuanto a precios que contrastan con la inestabilidad de los costes en energías tradicionales.
Además, hay que tener en cuenta que la situación de cercanía a montes y zonas boscosas de la mayoría de las casas rurales facilita y abarata el suministro de combustible para las calderas.
Como ventaja añadida, la instalación de la caldera de biomasa libera a los propietarios de las casas rurales, agroturismos, etc, de la obligación de instalación de placas solares, ya que se cubre el 100% de consumo energético en calefacción y ACS con la caldera, y la normativa exige mínimo del 30% con energías renovables. Eso también tiene que tenerse en cuenta ya que el coste de la instalación de placas, su mantenimiento, etc… supone también una inversión importante.
A continuación, te mostramos algunos ejemplos de casas rurales que optaron por un cambio en calefacción y apostaron por la biomasa como fuente de energía.
Casa Rural Arkaia
Situada en Álava, a tan solo 5 kilómetros de la ciudad de Vitoria, el negocio rural “Agroturismo Arkaia” tiene una instalación basada en energía renovable de biomasa que calienta a estancia gracias a un suelo radiante.
Una caldera AGROFIRE de Hargassner de 40 kW de potencia máxima es la encargada de suministrar la energía calorífica al edificio gracias, no sólo quema pellets de madera, sino a combustibles alternativos, entre otros pellets de paja, granos de cereal, etc…
Casa Rural Mas el Guitart
Casa turismo rural Can Maholá