¿Sabías que de los 46 millones de m³ de leña que crecen en los bosques españoles solamente se aprovechan 14? ¿Y que más de 18 millones de toneladas de material forestal se podrían utilizar para uso energético?
La acumulación continua de material forestal, sumada a las insuficientes pistas y cortafuegos que existen en nuestro país hace que cuando se inicie un incendio, tanto los daños provocados como la dificultad de extinción se incrementen exponencialmente.
Apostando por el aprovechamiento de los montes generando combustible para la biomasa se podrían reducir en un 40% los incendios.
Si se aprovecharan las decenas de toneladas de material forestal sobrante, ayudaríamos a prevenir incendios y además, se generaría energía sostenible, limpia y a un coste muy bajo, siempre comparada con los combustibles fósiles.
Datos y causas de incendios en España
En la siguiente tabla se muestran los datos de los incendios que sufrió España durante el pasado año 2015. Los datos, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, advierten del gran número de superficie forestal quemada, más de 102.000 hectáreas y del elevado número de incendios, 11.899 en total.
A los descuidos con las quema de rastrojos, colillas, maquinaría agrícola o barbacoas hay que sumarle la quema intencionada para obtención de pastos para el ganado, el vandalismo y los actos de los pirómanos.
Está claro que no se puede controlar a un pirómano, pero si se podría reducir las consecuencias de sus actos, teniendo los bosques y montes limpios y reutilizando esos sobrantes para producir energía.
Beneficios de la prevención de incendios con la Biomasa
¿Cómo se podría mejorar la gestión forestal para reducir los incendios? La clave está en acciones preventivas más eficaces. Y la energía de biomasa es un gran aliado.
Cada año se destinan gran cantidad de recursos económicos y humanos para hacer frente a los incendios. Fuegos que originan tremendas pérdidas económicas, naturales e incluso humanas en algunos casos. Tener un plan de prevención de incendios a nivel estatal basado en el aprovechamiento de la biomasa tiene muchos beneficios medioambientales, sociales, económicos y energéticos.
Medioambientales y sociales porque con el impulso a la recogida de leña, una gestión forestal adecuada, y la reconversión de la biomasa en energía renovable se podría ayudar a reducir, no solo el número de fuegos y sus consecuencias anteriormente mencionadas, sino también el desempleo rural, ya que se crearían puestos de trabajo relacionados directamente con las acciones de prevención y mitigaría la desertización de los terrenos boscosos quemados.
Además, se podría disminuir la pérdida de biodiversidad, un gran problema consecuencia directa de los múltiples incendios que afectan a nuestro país. Por no hablar de los efectos negativos que tiene hacia la fauna de las zonas arrasadas por el fuego.
Beneficios económicos porque una consecuencia directa de la reducción de incendios es el ahorro en los recursos para la extinción de los mismos.
Y energéticos ya que la utilización de la biomasa para producir energía térmica resulta más eficiente que las basadas en combustibles fósiles. Apostar por este tipo de energía renovable es un refuerzo para la economía de zonas rurales y por la mejora del medioambiente reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera.