Los ayuntamientos españoles apuestan cada día más por el uso de las calderas de biomasa en los edificios públicos. La sustitución de calderas para dotar de calefacción y agua caliente a colegios, edificios administrativos, polideportivos… se debe a la puesta en marcha de programas específicos, tanto a nivel autonómico, provincial como municipal, pero también de la penetración en el ideario político de los beneficios del uso de la biomasa para generar calor.

En concreto y de forma general, las razones son básicamente tres:
- Ahorro económico en la factura energética
- Disminución de la emisión de CO2 a la atmósfera
- Reutilización de la biomasa. Limpieza de bosques
Castilla-La Mancha, experiencia en el ahorro energético
El ayuntamiento de Herencia, en Castilla La Mancha, ha sido testigo de esta reducción drástica en la factura energética. Tras la incorporación de una caldera de biomasa en uno de los centros educativos del municipio, la factura del Consistorio se ha reducido un 45%, de 15.000 a 6.200 euros, dinero que, según apunta el alcalde del municipio manchego, Jesús Fernández, “se puede invertir en otras materias más necesarias”.
Esta experiencia con la biomasa ha hecho que Herencia haya aprobado por unanimidad la adhesión al Proyecto Clime, una iniciativa que Castilla-La Mancha ha puesto en marcha este año para promover la mejora de la eficiencia energética en los municipios de la comunidad autónoma.
En total, el plan alcanza a 151 municipios manchegos. La primera fase consiste en la realización de auditorías energéticas y la segunda en prestación de servicios. Durante la primera fase se actuará sobre más de mil edificios públicos.
Disminución de la emisión de CO2 a la atmósfera
El uso de la biomasa como fuente de energía, disminuye el impacto medio ambiental en la combustión para la generación de calor, ya que este combustible tiene un balance neto nulo de emisiones de CO2 a la atmósfera, por lo que no contribuye con el efecto invernadero. En concreto, algunas de las ventajas de la utilización de la biomasa:
- Menos emisiones de CO2, desacelerando el efecto invernadero.
- Disminución de las emisiones de azufre.
- Disminución de las emisiones de partículas.
- Emisiones reducidas de contaminantes como CO, HC y NOX.
- Reducción de los peligros derivados del escape de gases tóxicos y combustibles.
Castilla y León y el aprovechamiento de la biomasa
Dar salida a la biomasa forestal es una de las razones para que comunidades autónomas como Castilla y León, Andalucía, Navarra, Cataluña, Galicia… apuesten por este tipo de combustible.
El 51% del territorio autonómico de Castilla y León es superficie forestal. Se trata de la segunda comunidad en España en producción de biomasa térmica (la primera es Andalucía), produciendo el triple que Cataluña. Cuentan con un programa autonómico para incentivar la instalación de la biomasa, tanto a través de la subvención de calderas, como apoyando el aprovechamiento de este combustible
Esta situación permite que la biomasa que se obtiene de la limpieza de los bosques permita, por un lado, generar calor en los edificios públicos castellanoleoneses, y por otro, limpiar los bosques reduciendo el riesgo de incendios.
Galicia, los pellets y el sello Galicia Calidade
Galicia anunciaba recientemente que el sello Galicia Calidade certificará el origen y la calidad de los biocombustibles fósiles producidos a partir de la biomasa forestal gallega. Al mismo tiempo, la comunidad gallega anunciaba un aumento en las subvenciones para calderas de biomasa y los proyectos de innovación.
La subvención que la Xunta puso en marcha durante el año 2014, ha permitido la instalación de 80 calderas de biomasa aproximadamente entre ayuntamiento y administración autonómica. La dotación para este año será similar.